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La democracia del conocimiento

    Para Daniel Itinneraty el conocimiento es un instrumento para convivir, puesto que es el dispositivo más poderoso al momento de configurar un espacio de vida en común entre seres humanos. De lo que se deriva que los principales problemas que tenemos en la sociedad son problemas en la organización del conocimiento. Su libro es una apuesta por plantear una democracia del conocimiento en el sentido que: 1) aquello que se dilucida en el ámbito de la ciencia es también asunto de la ciudadanía y 2) los principales problemas de una democracia tienen que ver con falta de conocimiento en relación a las complejas realidades que se gobiernan, con instrumentos que a su vez son mejorables. La hipótesis planteada en el texto es que una sociedad del conocimiento está caracterizada por un gran incremento en las posibilidades a las que se enfrenta y, en consecuencia, por un incremento del carácter contingente de sus principales operaciones.

    El libro “La democracia del conocimiento” se organiza en cuatro partes. La primera se trata sobre las características de sociedades con “inteligencia sobrecargada”, donde gran parte de los problemas políticos y sociales se originan de este exceso de posibilidades que ofrece el conocimiento y que toma diversas formas. En la sociedad del conocimiento nos volvemos cada vez más tontos en la medida que el conocimiento al que podemos acceder es cada vez mayor, y por ello también aumenta exponencialmente nuestra ignorancia. Así, resolvemos conocer el mundo apoyándonos de las experiencias de otros. La forma en que se organiza esta alta densidad informativa toma la forma de muchas mediaciones; la sociedad en su conjunto es altamente inteligente, pero a cada individuo le resulta imposible abarcar tal nivel de información. Por ello debemos recurrir a expertos en los que confiar, máquinas inteligentes cuyo funcionamiento desconocemos, noticias que no podemos comprobar, etc. Considerando estas paradojas, lo que queda es la gestión del conocimiento de manera inteligente. Para ello se debe tomar conciencia de lo que significan los datos que producimos, y la importancia de disponer de instrumentos y procedimientos adecuados para transformarlos en información.

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